Historiaren Garrantzia

Joxe Iraurgi

La Historia es una ciencia social cuyo campo de estudio es el pasado de los seres humanos. Pero no todo el pasado es conocido y estudiado. Los historiadores han seleccionado hechos que, por diversas razones, son considerados importantes y dignos de ser conocidos como hechos históricos.

La Historia nos ayuda a entender el presente estudiando el pasado. Su importancia reside en el hecho de que un pueblo que no conoce su historia, corre el riesgo de repetir constantemente los mismos errores. Las cosas hoy en día son como son gracias a la historia pasada. Nunca está de más conocer el pasado de un pueblo.

La importancia de la historia reside en el hecho de que al entender lo sucedido en el pasado y la situación actual, podemos de mejor forma entender lo que está por venir y entender lo que debemos evitar y lo que podemos mejorar.

Vivimos en el presente pero parece que lo único que realmente nos preocupa es el futuro. Siendo así, ¿qué sentido tiene molestarnos en estudiar nuestro pasado? La historia es considerada como una de las ciencias humanísticas que más utilidad le ha dado al ser humano, no sólo para conocer el acervo cultural de las diferentes civilizaciones que han pasado por la historia, sino también para permitirle construir su propia identidad, buscando y tomando datos de tiempos pasados que le faciliten más la elaboración de su propia idiosincrasia.

Siempre que nos ponemos a estudiar la historia nos fijamos en los hechos acontecidos en el pasado, los personajes históricos importantes, los pueblos o civilizaciones que tuvieron importancia en algún tiempo remoto, los movimientos o modas que marcaron una época, etc. El gran problema surge cuando unos Estados conquistan a otros pueblos y Estados y los reducen a “colonias”. A partir de ese momento les transmiten una historia tergiversada a las sociedades de sus colonias, en base a una historiografía e imaginario completamente descafeinadas y tergiversadas. Pero el colmo surge cuando los colonizados autóctonos en nombre de la “convivencia” asumen plenamente la historiografía de los conquistadores llamando “historicistas” a los críticos que difieren de sus tésis.

La sociedad del “ESTADO NAVARRO” es víctima de genocidio cultural permanente al habérsele ninguneado su historia cuando no tergiversado por los tres Estados más absolutistas de Europa, España, Francia y el Vaticano.

Decia Helmut Kohl. Ex canciller de Alemania:

“Un pueblo que no conoce su historia, no puede comprender el presente ni construir el porvenir”.

La historia es la motivación ideologíca. Una sociedad de un Estado como en nuestro caso el “ESTADO NAVARRO”, conquistado y genocidamente colonizado, que se le ha secuestrado su historia real, es como muy bien decia Raphael Lemkin un “GENOCIDIO” que lleva parejo el “NEGACIONISMO”.

Se permite el euskara (lingua navarrorum) pero sin motivación ideológica de la historia. De esta forma se pierden todos los referentes y por muchos esfuerzos que se hagan para su normalización, en el fondo se la está condenando al baúl del ostracismo, que a la postre es el objetivo de los conquistadores del imperialismo franco español vaticanista y sus colaboradores autóctonos.

Pero lo verdaderamente inexplicable y muy grave es el que los llamados “patriotas vascos” que no navarros, den por bueno el imaginario histórico que transmite el imperialismo. Se enseña íntegramente ese imaginario en las escuelas de primaria y secundaria (eso sí en euskara),  creando consciente o inconscientemente una sociedad desmemoriada. Son corresponsables activos del genocidio y el negacionismo.

A día de hoy con toda la documentación existente, no es entendible que se siga insistiendo en el concepto de Navarra como provincia de un hipotético “ZAZPIAK BAT”, cuando la realidad es que Navarra ha sido y es el primer Estado moderno europeo, hoy en hibernación debido a la conquista y ocupación y que la misma continúa. Ésta realidad que lo nieguen los conquistadores, es entendible, pero que lo haga el llamado “patriotismo vasco” en su conjunto, es el mejor servicio que se puede realizar a los conquistadores.

Cuando solo se tiene conciencia únicamente de lo “étnico-cultural” y falta la conciencia política de la motivación ideológica de ser parte de la sociedad de un Estado conquistado, solo se piensa con el corazón. Esto genera grandes frustraciones, por ello las consecuencias y sus reacciones son contradictorias e imprevisibles.

CONCLUSIÓN: Más pronto que tarde y con mucha humildad todos los representantes políticos y sindicales llamados “patriotas” tendrán que sentarse alrededor de una mesa, con la presión de la ciudadanía empoderada, para volver a los ejes referenciales del paradigma navarro y empezar a reivindicar la recuperación del“ESTADO NAVARRO”, con el fin de dar salida al contencioso jurídico-político que tenemos con el imperialismo franco español vaticanista.